1.- | Acostúmbrale a que repita en voz alta lo que tiene que hacer, como si se diera órdenes a sí mismo. Tanto en cosas del día a día como sobre todo en las tareas escolares «Tengo que terminar este problema antes de pasar al siguiente. Debo completar esta sumar…» |
2.- | Cuelga papeles con dibujos o mensajes que le recuerden lo que tiene que hacer. |
3.- | Dividir las cosas que tiene que hacer en pequeños pasos que irá realizando por tiempos. Así, el final le parecerá alcanzable. |
4.- | Alábale siempre que se muestre más concentrado de lo habitual. |
5.- | Haz que se dé cuenta de cuando empieza a perder la concentración y por qué le ocurre, pregúntale y hazle pensar en ello. |
6.- | Sé comprensivo y paciente. Ten en cuenta que es una habilidad que se adquiere poco a poco, no esperes grandes logros en poco tiempo. |
CÓMO ORGANIZAR LOS DEBERES Y EL ESTUDIO
Si a tu hijo le cuesta concentrarse, es importante pedirle ese esfuerzo después de que se haya relajado desgastando energía física. No le pidas hacer los deberes al salir del cole sino después de haber jugado un ratito al aire libre.
- Organizar una rutina
Establecer unas rutinas diarias y semanales (cuándo desayunar, hacer los deberes, ducharse, lavarse los dientes…) puede ayudar a los niños a gestionar mejor los cambios de tarea y a estar preparados para las diferentes cosas que tienen que hacer. Coloca un calendario de actividades/tareas de la semana en un lugar visible y accesible para el niño con el fin de que las incorpore a su rutina y así le resulte más sencillo llevarlas a cabo.
- Prepara el espacio
Déjalo libre de estímulos distractores (TV, videojuegos, etc.).
- Ayudarles a organizarse
Cuando llegue la hora de hacer los deberes, ayudadles a planear cómo hacer la tarea, a calcular cuánto tiempo les costará hacerla, qué parece más fácil y qué puede resultar más difícil.
- Dividir las tareas
A los niños les cuesta más concentrarse, escriben más despacio y necesitan más tiempo para entender algunas cuestiones, lo que hace que su umbral de trabajo sea menor. Por todo ello, hay que proporcionarles los deberes divididos en pasos (y ayudarles a que aprendan a hacerlo solos). Enséñale a seleccionar lo más importante de cada tarea a realizar, le ayudará a centrarse.
- Realizar descansos
Es necesario introducir pequeños descansos entre tareas para conseguir mantener el nivel de esfuerzo durante éstas.
- Dar las órdenes de una en una
A los niños les resulta difícil recordar varias instrucciones dadas de una sola vez. Por ello, es aconsejable emitirlas de una en una y de forma breve, clara y sencilla. Eso sí, deben finalizar cada tarea ellos solos.
- Apoyarles y estar presentes
Aunque les estemos dando cierto grado de autonomía en la realización de los deberes para fomentar su responsabilidad y que ganen confianza, debemos estar disponibles para ellos, mirándoles o escuchándoles, en los momentos adecuados y oportunos.
- Aumentar la motivación. Refuerzo positivo
Hay que dejarles claro qué conseguirán por concluir la tarea en un tiempo prudencial (que le marquemos) (irse más tarde a la cama el viernes, jugar con él, permitirle ver un rato la tele, etc.) Además, hay que alabarles cuando hagan algo con éxito para que se sientan competentes y aumente su motivación.
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