Para saber cómo conseguir que tu hijo/a gestione mejor su tiempo a la hora de realizar cualquier tarea (estudios, deberes, labores del hogar…), debemos comenzar con aquellas del día a día para pasar más tarde a practicar con aspectos curriculares.
Reduce los distractores
Es conveniente reducir al máximo los distractores. Tanto a la hora de estudiar, hacer la tarea… o en tareas de la vida diaria como vestirnos o desayunar. La tele, muchas cosas en la mesa, muchos bolígrafos diferentes… son elementos que pueden hacer que el niño tarde más en realizar los mandatos.
Dótale de autonomía
Para vestirse, arreglar la habitación o hacer cualquier mandato… hay que tener previsto un cierto margen de tiempo. A veces eso implica madrugar un poco más, pero nunca realiza tú la labor para “tardar menos”. La idea es que hagan las cosas por sí mismos y cada vez tarden menos en hacerlo.
Pauta los tiempos
De forma visual (con reloj de arena, por ejemplo), o a través del tiempo que dura una canción… De forma que sepa cuanto tiempo tiene para hacer algo (y lo pueda “medir”).
Divide en pasos y marca los tiempos
Si divides en pasos las tareas y le marcas tiempos para cada uno de ellos conseguimos que vaya agilizando cada una de las sub-tareas. A la larga lograremos que pueda hacer la tarea completa de forma mucho más ágil. Por ejemplo, para recoger la habitación lo primero que hay que hacer es “la cama en el tiempo que dura esta canción”… Como ya hemos comentado, trabajaremos primero con tareas del día a día y más adelante con las tareas escolares.
Podemos colocar una lista escrita en su habitación dividiendo por orden lo tiene que ir haciendo y así no haya que estar recordándole y generando estrategias de planificación.
No sirve de mucho llamarle la atención continuamente por su tardanza
Las llamadas de atención continua y críticas no son efectivas. A no ser que estén tardando porque se entretiene haciendo algo diferente a lo que debe. Llamar la atención no les motiva. Al contrario: los desalientan. Es preferible buscar estrategias como las mencionadas anteriormente para marcarles el ritmo y tener referencias. Tampoco sirve hacer las cosas por ellos para que no tarden, porque se acostumbrarán a no hacer nada.
Estimula la velocidad de procesamiento
Tareas breves en las que se le pide al niño que intente reducir los tiempos de ejecución (con respecto a días anteriores) también son una forma de estimular la velocidad de procesamiento. Se puede trabajar como un juego pero estamos consiguiendo que haga cada vez más rápido las cosas.
También en momentos de tiempo libre se puede jugar en familia a cosas que conlleven actuar con rapidez y tiempo.
Cómo conseguir que tu hijo/a gestione mejor su tiempo con las tareas escolares |
| Una vez conseguido lo anterior, llega el turno de las tareas escolares. De igual modo que con las labores cotidianas, debes secuenciar las tareas y marcar el tiempo de ejecución de cada una. |
| 1. Para secuenciar las actividades enséñale a realizarlas de una a una (con un tiempo marcado). |
| 2. Haz que te la enseñe cada vez que finaliza una actividad. Si no termina a tiempo se pasa a la siguiente sin terminar (no como un castigo pero necesitan percibir que el tiempo importa). Si se le deja todo el tiempo para realizar varias actividades es posible que no lo aproveche. |
| 3. Al principio habrá que supervisar mucho ese tiempo pero cuando vaya cogiendo el ritmo no será necesaria tanta supervisión. |
Departamento Orientación Primaria
Colegio Alkor