
El amor y la amistad son sentimientos que nos unen, nos transforman y nos hacen sentir vivos. Con motivo de la celebración del Día de San Valentín, el Dpto. de Lengua y Literatura de Secundaria ha organizado el concurso «Palabras de Amor y Amistad». Los alumnos y alumnas han presentado cartas y poemas en los que han sabido capturar con maestría la magia de las emociones. Gracias a todos los participantes por regalarnos sus palabras y emociones. Seguid escribiendo, porque en cada palabra hay un pedazo de magia. Nos vemos en la próxima edición del concurso «Palabras de Amor y Amistad». Los talentos que nos han conquistado con sus palabras de amor, amistad y sobre todo con sus sentimientos, han sido:
Categoría 1º y 2º de ESO
Mejor carta
Mi gran amor: No puedo parar de pensar en aquella tarde de invierno en la que nos vimos por primera vez. En el gélido frío de nuestros corazones ardió una pequeña llama que hasta el día de hoy no se ha apagado. Desde esa tarde en el parque supe que no nos íbamos a separar nunca y eso pasó. Tus ojos claros como la nieve reflejaban la luz de la luna llena, tu pelo blanco me recordaba a las nubes de una tarde de primavera, blancas y esponjosas. Los búhos estaban callados, y las ardillas correteaban hacia sus madrigueras, todos pensaban que yo te abandonaría, pero has tenido un hogar en mi corazón desde hace cuatro años. Feliz día de San Valentín. |
Mejor poema
¿Serías mi San Valentín? Siento, que contigo me puedo expresar, No puedo estar un segundo sin ti, Si el mundo se estuviera acabando, Un poema yo te haré, Tú eres mi gloria |
Categoría 3º y 4º de ESO
Mejor carta
A esa persona que está predestinada a llegar: Feliz día de los enamorados, donde Cupido cumplió su primera misión, la cual fue tal cual lo planearon. ¿Quién diría que un arco repleto de lo que es la pasión del amor podía hacer cambiar la perspectiva de dos personas que ya se conocían? Mi primera pregunta es: ¿te conozco? ¿Sé algo de ti ahora? ¿Acaso sé cómo es la luz que desprende tu mirar o el color que impregna tu pelo? Lo pregunto porque tengo miedo. Tengo miedo de nunca llegar a conocerte, de nunca saber cómo es la verdadera sensación de sentir tus caricias, aquellas que están predestinadas a rozar con mis brazos y con ningunos otros. Tengo miedo de que pases justo al lado, por la esquina de mi vida, y no te arriesgues a saludarme o a pasarte a presentarte. Pero aún tengo más miedo de que lo hagas y yo, pensando que no eres el indicado, te haga a un lado para esperar al siguiente que llegue. Nadie habla de ese sentimiento, no el amor, sino el sentimiento que nace de dos personas que están hechas para estar juntas. ¿Algún día leerás esta carta a mi lado y me dirás que te he encontrado? Me imagino ese día, pensaré que te tendré. Tendré a la persona con la que quiero crear un millón de aventuras, recorrer el mundo, darme un maratón de pelis, pero ¿y si no eres tú y es otra persona haciéndose pasar por ti? ¿Me arrepentiré de haber dejado a otra persona entrar en lo que es mi alma que sigue sellada? La gente habla de las tormentas, esas que aparecen cuando menos te lo esperas y que consiguen disfigurarte toda tu actualidad con unas míseras gotas que hacen que cambie todo el clima. Pero, ¿quién habla de aquellas que tienen nombre y apellido? Estoy perdida en un sinfín de peces. Las personas de mi alrededor me dicen que busque, que alguien llegará y que si no lo hago nadie aparecerá. ¿Es eso cierto? ¿No te dispondrás a buscarme? Lo cierto es que en este momento tampoco hay necesidad de apresurarse. Sigo en la época en la que todas las personas, si pudiesen tener la oportunidad, no dudarían en viajar en el tiempo. Creo que debo disfrutarlo. Dispongo de mucho tiempo hasta que nos crucemos, o eso es lo que pienso. ¿Pero y si espero demasiado y tu tren ya ha pasado? ¿Pasará de nuevo? ¿Tendrás las ideas claras de lo que quieres hacer? Si se pudiese colocar al amor en el espacio y tiempo que uno quiere, todo sería más fácil. Aunque me alegra saber que no lo es. Lo que fácil viene, fácil se va. Ojalá fuese tan sencillo como recibir un aviso en el móvil de que este día a esta hora estaré hablando contigo, toda la complejidad me desmonta. Ojalá te pudiese colocar en mi tablero como ficha de ajedrez, así sabría cuándo habré completado mi misión, el esperado jaque mate, como el de Cupido. Pero no lo quiero así, así de simple, mi historia de amor quiero que sea más compleja porque lo que fácil viene, fácil se aleja. Como dijo la protagonista de mi película favorita: «Adoro leer y ver películas de amor, pero cuando se trata de ponerme a mí misma en situaciones como esas, me da miedo». Espero que algún día puedas verla conmigo, esa y muchas más que tengo ya guardadas. Se han ido acumulando en tu espera. Nunca me cansaré de hacerlo, estoy convencida de que llegarás, no sé cuándo, pero lo harás. Ese día, un día cualquiera como hoy, se podrá decir que lo he conseguido. Por eso, feliz 14 de febrero. Puede que no te tenga hoy ni mucho menos, pero confío en ti y en que te veré mucho antes de lo que espero. Para mi X por averiguar en una ecuación llamada vida. |
Mejor poema
Bellas joyas llevaba una mujer, Su lujosa seda de oro, Cómo me encantó conocerte en primavera, En mi cabeza solo sonaba un nombre,
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