SODIO – RADIO – POTASIO
Desde ese instante en la cafetería
no puedo olvidar cómo
tu mirada se cruzó con la mía,
y ahora que por las calles me asomo
y brillar como una estrella te veo,
cantando con tu banda,
me haces ver que sí creo
que este sentimiento en mí solo agranda.
Sonrosados labios y negros ojos
adornan esa piel de porcelana,
quien te mira se convierte en despojos,
víctima de tu belleza inhumana.
Pero tus orbes me miran ahora,
brillantes como en el cielo está Orión,
sin a otros brindar ninguna atención
y me hablas con esa voz que enamora.
Reaccionar no puedo por más que intente
pues siempre lleno de nervios estoy.
Lo vuelvo a confirmar una vez más.
como un dios, fuera de mi alcance estás,
pero aún así yo intentaré ayudarte
desde las oscuras sombras, atrás,
y sin dejar de amarte.
Por eso quiero que tengas presente
estos versos que rondan por mi mente,
los versos que en mi corazón grabaste,
cual humilde vasallo voz les doy
sin esperar a cambio siquiera nada.
Yo sigo observándote en la calzada
desde que a mis pensamientos llegaste
pero con alma siempre esperanzada.
Por eso incluso está presente hoy
que aunque el amor de secundaria sea
como vela en la tormenta prendida,
yo sé que siempre habrá alguna salida
y lo que siento haré que el mundo vea.