Dado que las nuevas tecnologías están cambiando muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, tales como la forma en que nos relacionarnos con otras personas, nuestra manera de trabajar o, incluso, nuestra manera de aprender, asignaturas como Tecnología Programación y Robótica (TPR) son vitales dentro de su educación. Dentro de ella, nos vamos a detener en una de sus unidades: “Programación”.
¿Qué aporta la enseñanza de Programación a nuestros alumnos?
Más allá de prepararlos para su salida en un futuro al mercado laboral, en el que cada vez existe más demanda de profesionales en el área de las TIC, la programación permite a los alumnos enfrentarse a procesos de autocorrección y búsqueda de errores, ya que tendrán que aprender a encontrar por qué un programa que han creado no funciona adecuadamente y qué tendrán que hacer para que sí lo haga. Esto les va a enfrentar a retos de resolución de problemas más o menos complejos.
Igual que un alumno llega a la Universidad con conocimientos básicos de física, lengua, matemáticas… etc., ¿por qué no llegar también con conocimientos básicos de programación? La enseñanza de Programación aumenta la motivación, mejora la autonomía y fomenta la creatividad de los estudiantes. Nuestros alumnos van a desempeñar trabajos que ni siquiera se han inventado y la enseñanza de esta asignatura les servirá de ayuda para encarar estos nuevos desafíos.
La enseñanza de Programación aumenta la motivación, mejora la autonomía y fomenta la creatividad de los estudiantes».
En el colegio vamos a proponerles estos retos utilizando Scratch. Scratch es un lenguaje de programación creado por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y especialmente diseñado para que todo el mundo pueda iniciarse en el mundo de la programación. Sirve para crear historias interactivas, juegos y animaciones; además de facilitar la difusión si ellos quisieran, de las creaciones finales con otras personas vía web. Tiene, por un lado, una serie de objetos o “sprites” (en la nomenclatura que utiliza de Scratch) y por otro, una serie de acciones y comportamientos que podemos combinar para conseguir que los objetos reaccionen o actúen de una determinada manera.
Una de las cosas más interesantes de Scratch es que esas acciones o comportamientos tienen forma de puzzle y nuestra misión será combinar esas piezas para conseguir una determinada acción o comportamiento. Básicamente es un programa que se convierte en algo parecido a resolver un puzzle, lo que elimina una de las principales dificultades del mundo de la programación que es el aspecto árido y complejo de los lenguajes de programación. Se convierte el proceso de programar en algo parecido a un juego.
Begoña Pozas Serrano
Profesora de Tecnología, Programación y Robótica
Ed. Secundaria