La visita a la granja escuela, desde los 2 años, tiene un gran valor educativo, social y didáctico para nuestros alumnos. Y es que no solamente observamos animales o plantamos en el huerto, sino que, además, desarrollamos muchos de los objetivos y contenidos que hemos aprendido en el aula, trabajamos la autonomía, reforzamos el trabajo cooperativo así como la iniciativa personal y fomentamos actitudes de participación, colaboración y respeto al medio que les rodea.
Nuestros niños han disfrutado de un sinfín de actividades y vivido muchas experiencias inolvidables en la granja escuela.
La visita a la granja escuela tiene un gran valor educativo, social y didáctico.
Durante su estancia, los alumnos han vivido de primera mano las costumbres de muchos animales, han plantado semillas, se han convertido en auténticos agricultores cuidando y cultivando el huerto, han sacado a la luz su lado más culinario al convertirse en auténticos cocineros, elaborando esas riquísimas galletas que muchos de ellos se han comido con gran gusto. Además, los alumnos han experimentado con sal, condimentos alimenticios, flores… para fabricar un oloroso perfume y unas relajantes sales de baño.
Para muchos de ellos era la primera vez que dormían fuera de casa, con sus amigos y disfrutado de la naturaleza por la noche, observando las estrellas, viendo cómo duermen los animales, realizando juegos y poniendo punto final a la noche con unos bailes.