Mi hijo ya tiene móvil
Es de sobra conocida la necesidad, sobre todo en las calamitosas situaciones en las que nos hemos visto inmersos en los último tiempos, de contar con estos maravillosos artilugios. Nos permiten seguir manteniendo nuestra rutina laboral, nuestra interacción social, nuestras compras tanto las necesarias como las placenteras (compra vs compras). Realmente la vía electrónica es uno de canales de comunicación más frecuentado y más potente.
El alcance de recepción de los mensajes es espectacular. Si antaño para dirigirse a una multitud había que contar con un espacio adecuado y un alto poder de convocatoria, o radiar un mensaje con la limitación de los “escuchantes” en tiempo real, ahora la capacidad de emitir cualquier información, y que pueda llegar a infinidad de personas que a su vez lo podrán reenviar multiplicando en progresión geométrica, su amplitud es asombrosa.
Cuando usamos ese poder comunicativo para dotar a toda la población de información básica indispensable, para hacer llegar a la cultura y el saber a todos los rincones, para publicitar buenas prácticas, etc., la herramienta es indiscutiblemente maravillosa.
Como ocurre siempre esto es bueno y malo. Cuando usamos ese poder comunicativo para dotar a toda la población de información básica indispensable, para hacer llegar a la cultura y el saber a todos los rincones, para publicitar buenas prácticas, etc., la herramienta es indiscutiblemente maravillosa. Pero cuando lo usamos con fines perversos de difamación y ataque puede convertirse en la peor de las armas: ni una pistola mata tan lejos.
Mi hijo ya tiene móvil: pautas
Si nuestros hijos van a tener acceso a herramienta tan poderosa no está de más recordarles las siguientes pautas:
- El móvil lo usan ellos, pero los padres debemos tener el control. Es importante compartir la contraseña de acceso. Esto no quiere decir que tengamos que estar continuamente “espiando” pero es importante que sepan que podemos hacerlo.
- Controlar cómo utilizan el Whatssap:
- Debemos saber a quién tienen agregado y que sean conocidos reales.
- Les guiaremos sobre la conveniencia o no de determinadas fotos de perfil.
- Atención a los grupos. Recomendamos que comprueben que si existe un grupo de la clase, no del grupo de amigos en la clase sino de la clase, participen todos los compañeros del grupo que deseen estar. Esto es sencillo porque Whatssap deja huella cuando se elimina a alguien de un grupo.
- Respecto a redes sociales: es importante recordar que existe una edad por debajo de la cual no deberían usarlas Por ejemplo Instagram no puede usarse por menores de 14 años. TikTok no está permitida para menores de 13 años…
- Es muy conveniente pactar con los hijos la condición de aceptarnos como amigos en sus redes sociales si quieren abrir una.
- En nuestra mano está inculcarles el valor de no seguir ni aceptar el acoso y derribo a nadie a través de redes y grupos.
Es muy conveniente pactar con los hijos la condición de aceptarnos como amigos en sus redes sociales si quieren abrir una.
- Respecto a los tiempos se puede marcar los espacios donde se pueden usar y donde no. Naturalmente la mesa y la cama serán espacios vetados. Una buena idea es una bandeja en el salón donde se depositen los móviles familiares a la hora de comer o de acostarse.
- Debemos ser ejemplo para ellos. La comunicación en la familia es fundamental, es a través de ella donde se fomenta el respeto, la empatía y todos los valores que los padres transmiten a sus hijos a través del diálogo y el ejemplo.
Por mucho que nos asuste, no podemos evitar que nuestros hijos se suban a este tren. Pero sí debemos enseñarles a conducirlo bien.
Ana García-Trevijano Medina
Psicóloga – Departamento de Orientación Secundaria
Colegio Alkor