Pautas para la nueva normalidad.
Hemos protegido a nuestros hijos durante el confinamiento y hemos sido capaces de hacerles partícipes de la situación para generar en ellos una actitud responsable. Ahora es el momento de demostrar que esas enseñanzas han calado hondo en ellos.
“Por lo tanto, el miedo al peligro es diez mil veces más terrible que el propio peligro.” Daniel Defoe (1660-1731) Novelista y periodista inglés.
Hemos vivido tiempos duros y, en muchos casos desgraciadamente se siguen viviendo. También es verdad que se empieza a ver la luz, poco a poco vamos recobrando contacto social, vida comercial, lúdica pero, de momento nada es lo que era.
Nos enfrentamos ahora al problema de hacer ver a nuestros hijos que, si bien hemos recuperado parte de nuestra vida anterior, existen grandes diferencias que nos van a obligar a actuar con rutinas diferentes a las que estábamos acostumbrados.
Ahora que estamos poco a poco volviendo a eso que llamamos “nueva normalidad” es importante tener en cuenta unas cuantas pautas o consejos para que nuestros hijos la sobrelleven lo mejor posible.
Pautas para la nueva normalidad
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Cambiar el miedo por la prudencia.
Es inevitable y razonable que hayamos sentido miedo, quizá, en un primer momento el miedo nos ha ayudado a cumplir la norma pero esa emoción no puede ser eterna. Debemos cambiar el miedo por la prudencia, no actuaremos movidos por el miedo sino por la prudencia.
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Desarrollamos nuevas rutinas.
Las rutinas de barrera y desinfección debemos instalarlas en nuestros hijos sin angustia ni ansiedad. Es importante automatizarlas igual que hicimos con rutinas anteriores. De esta manera estaremos tranquilos sabiendo que van instaurar sus medidas de protección y “desdramatizaremos” la situación.
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Vida normal pero con diferencias.
Podemos mirar para atrás o para adelante. Si miramos para atrás nos centraremos en lo que perdimos respecto a nuestra normalidad pre pandemia y naturalmente nos generará una sensación de tristeza y desesperanza. Si miramos hacia adelante veremos lo que ya podemos ir haciendo desde el inicio de la pandemia y nuestra sensación será más positiva ya que seremos conscientes de lo que vamos reconquistando. Todo depende del punto de comparación.
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Insistir a nuestros hijos en la idea del trabajo en equipo.
Por una vez son elementos muy importantes en esta crisis. Su buen hacer ha contribuido a que vayamos por buen camino. Hacerles partícipes de esta importancia y este reconocimiento. Esta consideración servirá de refuerzo para mantener su prudencia.
“La costumbre con la costumbre se vence”. Thomas De Kempis (1380-1471) Teólogo alemán.
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A pesar de que es importante empezar a vencer el miedo, si nuestros hijos lo sienten, debemos respetarlo.
Han sido tiempos duros donde las noticias eran siempre alarmantes y el espacio exterior se vivía como una amenaza. A pesar de que el virus sigue conviviendo con nosotros, es verdad que hemos conseguido crear una situación de mayor control pero el miedo puede persistir. Es importante que nuestros hijos poco a poco lo vayan sustituyendo por la alerta y la prudencia sin forzar situaciones que lo único que provocan es la cronificación del miedo.
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Es el momento también ahora de eliminar situaciones y actividades consentidas por la situación de confinamiento y cambiarlas por las nuevas posibilidades de ocio que se presentan.
Nuestros hijos deben entender, para lo que hay que explicárselo muy bien, que determinada licencia se debió a una situación pero que según la situación va cambiando la licencia también lo hace. Hay que poner el énfasis en lo que supone de ganancia: “qué bien, ahora podemos salir a la calle y ya no tienes que estar todo el día en casa metido” en lugar de “deja la pantalla que ahora tenemos que salir”. Es una ganancia no una imposición.
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Nuestros hijos deben estar informados de acuerdo a las diferentes edades pero tienen que saber.
No hay mayor miedo que el que genera la incertidumbre. Deben ser conscientes del por qué de las mascarillas, de la higiene y de la distancia social. Para los más pequeños existen cuentos y vídeos muy ilustrativos y para los más mayores la explicación que les demos en casa será siempre efectiva. Deben saber que la manera de no ser el “autobús del bichito” es no dejar que este se suba, y que realmente son cuatro medidas las que deben de tomar pero eso sí, con mucha disciplina.
Eva, Ana y Laura
Departamento de Orientación Colegio Alkor