Utilizamos la pizarra interactiva para que los más pequeños se vean inmersos en el uso de la tecnología con un simple toque de sus dedos. A través de la estimulación sensorial (colores, sonido, tacto), que esta tecnología proporciona, y que acompañarán las explicaciones, conseguimos alumnos más motivados, facilitamos la comprensión de conceptos, lo cual redunda en un mejor aprendizaje.
- La experiencia de enseñar, jugar y aprender con la pizarra interactiva es aconsejable como un recurso más ya que, cuanto más grande sea el abanico de recursos, más posibilidades tenemos de enseñar- aprender con el alumnado.
- La pizarra interactiva es recomendable desde el segundo ciclo de educación infantil (3-6 años), ya que se puede adaptar a cada edad.
- Las dimensiones de la pantalla y el colorido captan la atención de los más pequeños, a partir de ahí las diferentes actividades surgirán casi mágicamente.